Respiración artificial

Respiración artificial es un método de asistencia respiratoria que se utiliza cuando una persona no puede respirar por sí misma. Este procedimiento es crucial en situaciones de emergencia, como paro cardíaco, ahogamiento, sobredosis de drogas, y otras condiciones médicas que comprometen la capacidad respiratoria.

Historia[edit | edit source]

La respiración artificial ha sido practicada desde tiempos antiguos. En el siglo XVIII, se desarrollaron métodos más sistemáticos y efectivos. En el siglo XX, con el avance de la medicina y la tecnología, se introdujeron dispositivos como el ventilador mecánico.

Métodos[edit | edit source]

Existen varios métodos de respiración artificial, entre los cuales se incluyen:

Respiración boca a boca: Es una técnica de primeros auxilios en la que una persona sopla aire en los pulmones de otra persona a través de la boca.
Ventilación con bolsa-válvula-mascarilla: Utiliza una bolsa autoinflable conectada a una válvula y una mascarilla para proporcionar ventilación.
Ventilación mecánica: Utiliza un ventilador mecánico para proporcionar soporte respiratorio a pacientes que no pueden respirar por sí mismos.

Indicaciones[edit | edit source]

La respiración artificial se indica en varias situaciones, tales como:

Paro cardíaco
Ahogamiento
Sobredosis de drogas
Lesión cerebral traumática
Enfermedades neuromusculares que afectan la respiración

Procedimiento[edit | edit source]

El procedimiento de respiración artificial varía según el método utilizado. En la respiración boca a boca, el rescatador debe asegurarse de que las vías respiratorias estén despejadas, sellar la boca de la víctima con la suya y soplar aire en los pulmones de la víctima. En la ventilación con bolsa-válvula-mascarilla, se coloca una mascarilla sobre la cara de la víctima y se comprime la bolsa para proporcionar aire.

Complicaciones[edit | edit source]

Las complicaciones de la respiración artificial pueden incluir:

Importancia[edit | edit source]

La respiración artificial es una técnica vital en la medicina de emergencia y en la unidad de cuidados intensivos. Permite mantener la oxigenación y la eliminación de dióxido de carbono en pacientes que no pueden hacerlo por sí mismos.